Yo siento uno, en el pecho, como una presión dolorosa que abarca la mayor cantidad de el. Se expande por todo el cuerpo, desde los brazos hasta la punta de mis dedos, hasta mi estómago, mis piernas y los dedos de mis pies. Siento que todo está vacío, que no corre la sangre suficiente que hace sentir ese calor de un "todo va a estar bien" que me lo auto digo, todo el tiempo.
¿Cuán dolorosa puede ser una despedida que no quiere ser despedida?
No tenemos el coraje muchas veces para despedirnos de alguien que sabemos que no nos hace bien. Y nos quedamos y tratamos de hacer lo posible por seguir. Y nos quedamos y forzamos algo que no tiene futuro. Y nos quedamos, por el simple hecho de querer quedarnos para disfrutar a la persona, de querer una palabra, de sentirnos bien con poco. Y nos quedamos y nos abrazamos solos, porque estamos solos, esperando abrazos de ese alguien que no está y nosotros creemos que sí, que porque nosotros estamos ellos tienen la obligación de quedarse, y no es así. Y así, también terminamos despidiéndonos nosotros solos, porque al menos tenemos la delicadeza de pararnos y decir Chau.
¿Cuán difícil es soltar porque queres a ver feliz a tu alguien?
Nunca supe lo que era soltar a alguien porque lo querías, dejarlo libre, justamente así como lo encontraste, libre y sin vos. Porque siento que se va todo lo que creaste con el/ella y una parte de tu alma se entristece, todo el pecho te duele y el corazón se te explota. Los pedazos los juntas vos solx porque ya no va a haber nadie que los levante con vos y ayude a juntarlos. Aprendemos que estamos solos y que si quisiéramos estarlo un poco más, moriríamos.
No podemos contra nuestros propios demonios, después de un tiempo todo nos juega en contra, después de un tiempo necesitas más que una llamada o una palabra, queres que te abracen y ahí, se junten todas tus partes en una solita y fundirte en unos brazos. Esos en dónde sentís que estás en casa, que no hace falta que te digan "todo va a estar bien" porque vos sabes que va a ser así mientras tengas esa persona, esos abrazos, esas manos para agarrar y esos ojos para mirar. Encontrarle el sentido a la tristeza, amigarte con el amor, sentirte vacío aunque estés lleno de mucho, llenarte de tanto y sentir el calor. Así sentís cuando te destruyen por dentro, una montaña rusa de emociones, cuando matan tu alma y no lo saben, todos nos morimos un poquito desde el corazón cada vez que nos lastiman y nos vuelven a armar. Volvemos a nacer, no sabemos para dónde ir, cómo avanzar y qué mano tomar, porque siempre va a haber una mano a la que tomar, unos ojos que mirar y unos abrazos que desear.
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