miércoles, 28 de octubre de 2015

Pasó.

Una vez conocí a alguien que no sabía que iba a cambiarme la vida, aunque todas las personas que pasaron por acá, cambiaron algo. No es que yo quise hacerla entrar, es que entro de una manera inexplicable, visualmente y emocionalmente. Todavía no se por qué deje que hiciera de mi lo que quería, siendo que hacía poco tiempo estaba acá, en mi lugar. Sin saber que hacer, lo hizo, hizo como quiso y deshizo también. Nunca la culpé de nada de lo que me pasaba, ni de mi, ni de ella, ni de nosotras, ni de nada. Nunca. 

Una vez, ese alguien que conocí se dio cuenta que me quería y que no suene frío, ni de orgullosa, que suene como debe, así... Un día se dio cuenta que me quería, más de lo que me decía, mas de lo que yo creía. Lo hermoso de querer y que te quieran es eso justamente, ser correspondido en algo que vos pensaste que no iba a pasar.. Pero no siempre todo es perfecto, no siempre uno puede con su pasado. Fui capaz, en una relación de remontarme, miles de veces, a meses atrás para dar ejemplos de cosas que habían pasado cuando no estábamos en pareja. También fui capaz de desconfiar, de llorar y exigir cosas cuando en realidad a veces ni siquiera sabía si lo mejor era estar ahí, me cuestionaba cosas a veces que no eran normales para una relación, para una pareja. Y dolía, no sabes como dolía. Porque aparte de dudar de cosas suyas, me cuestionaba cosas a mi, como: Por qué pasaban las cosas que pasaban si yo hacía todo bien o por qué se sentía así estando en presencia de otras personas si yo solamente me le quería parar al lado, después entendí... Con el tiempo, que no para todos es igual, no todos podemos con lo mismo. 

Una vez, deje que esa persona que entró en mi vida, se vaya. Prácticamente le agarre la mano y la lleve a la puerta, pero no porque yo haya querido si no porque después de tres meses de relación y un par de fijarnos si de verdad podíamos funcionar, me di cuenta que no, que yo a veces quiero cosas muy diferentes a las que me puede dar y no soy quién para exigir o cambiar a alguien que conocí así. Desearía que todo haya sido como yo pedí, de esa forma, como me lo imagine pero entendí, tarde, que no todas las relaciones son iguales y cada una es un mundo, que si le pasó algo en su pasado e hizo lo que hizo, no lo va a venir a hacer conmigo, no porque no quiera, si no porque así le salió antes y ahora de otra manera. No me gusta comparar, nunca me gustó ni siquiera que me comparen a mi pero en éstos casos me es imposible dejar de hacerlo.

Una vez, quise irme y me fui, pero no me despegué. Y aunque quiera volver sé, más que nunca, que no se va a poder. Que lo que quise ahí no lo encontré, que me dio todo y me bastó, pero pedí mas, algo que lo veía mínimo y casi imprescindible para nosotras. No pasó, no lo obtuve, no se que busqué, ni que esperé, ni que me imagine para terminar así pero lo que si se es que como ella no va a haber en mi vida, no hubo, ni habrá. Que me encantó haber hecho que nos conozcamos de todas las maneras posibles y que cada vez que me despierto la extraño, que cada vez que me detengo la pienso y cada vez que cierro los ojos está ahí. Para siempre.

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